Opinión:
Ley
de Bosques en la Argentina: un proyecto que representa
esperanza
Por
Ignacio Ibarra
Ingeniero Forestal
Socio AIFBN
Parecido a lo acontecido en Chile con la Ley de Bosque
Nativo, en Argentina se aprobó un nuevo cuerpo
legislativo relacionado a la protección y manejo
sustentable de este recurso. La Ley de Presupuestos
Mínimos de Conservación de Bosque Nativo
(Ley 26331) sancionada en 2008 por el Congreso de la
Nación, propone un marco para regular el uso
del bosque nativo a través de un Ordenamiento
Territorial, con opinión de la sociedad y la
autonomía de las provincias (recordemos que es
un país federalizado). De esta forma se conformó
la Comisión para el Ordenamiento Territorial
de los Bosques Nativos (COTBN), como un espacio participativo
y presidido por todos aquellos actores con mayor relevancia
en el tema.
La
COTBN elaboró un anteproyecto de ley que serviría
de base para el ordenamiento de los bosques provinciales.
Fue presentado en la legislatura provincial el pasado
mayo de 2009 y todavía se espera su aprobación.
Para la provincia de Córdoba significa un gran
paso adelante dada la notoria emergencia ambiental que
se reflejada en sequías históricas, tormentas
de tierra y viento que propician importantes incendios.
Todo lo anterior es atribuido en gran parte a que la
provincia ha registrado en la última década
la mayor tasa de deforestación comparada a nivel
mundial (5% BN remanente) y completa un cuadro de situación
donde se siguen rifando sus escasos bosques en medio
de una extremada desidia gubernamental.
El
modelo productivo caracterizado por los agronegocios
ha propiciado la concentración de capitales reflejado
en la concentración de la tierra en pocas manos
y en el desarrollo de producciones de bajo valor agregado
y alta dependencia de paquetes tecnológicos como
semillas y agroquímicos. El principal monocultivo
es la soja, granos producidos y exportados en su gran
mayoría para alimentación del ganado asiático.
El
proyecto de ley consiste en zonificar toda la provincia
de Córdoba manteniendo todas las áreas
que quedan de bosques nativos como áreas rojas.
Esto no quiere decir que no se pueda hacer algún
tipo de desarrollo si no que se va a poder hacer siempre
y cuando sea sustentable y con una alta protección
de esos bosques. Luego habrá un área amarilla,
que comprende bosques en distinto estado de conservación
donde se van a poder hacer trabajos sustentables y de
restauración, pero no se puede hacer un cambio
de uso del suelo ya que hay que mantenerlos en su estado
de bosque. Y por último un área verde,
dónde se van a poder hacer cambios en el uso
del suelo, que en realidad es prácticamente toda
la Provincia de Córdoba, o sea, más del
70% del territorio provincial.
El
problema más grave radica en que la Sociedad
Rural (principalmente los grandes latifundistas, sojeros
hoy en día), por su diferencia de intereses se
autoexcluyeron de la COTBN y presentaron su propio anteproyecto
de ley acorde a sus motivaciones, que han ido posicionado
con fuerza en el último tiempo a nivel político.
Sin embargo la esperanza de poner límites al
avance de la frontera agropecuaria se hace presente
cada vez que la gente del campo se une con la gente
de la ciudad que entiende la magnitud del problema y
se comprometen juntos alzando la voz en las manifestaciones
populares y en seminarios, como en diciembre pasado
donde organizaciones urbanas y campesinas se unieron
en una multitudinaria marcha por las calles de Córdoba
por la aprobación del anteproyecto de Ley propuesto
por la COTBN.
Finalmente
y a modo de reflexión recojo las palabras de
la presidenta de la COTBN (Dra. Alicia Barchuck, docente
e investigadora de la Universidad de Córdoba):
“Se habla desde el oficialismo que se tratará
de no defraudar a ningún sector. ¿Es posible
diferenciar sectores, cuando todo el conjunto de la
sociedad cordobesa está sufriendo las consecuencias
de la falta de protección del suelo, la pérdida
de biodiversidad, la escasez de agua y las consecuencias
del cambio climático? La desertificación
nos afecta a todos por igual, la pobreza se va agudizar,
los conflictos sociales se van a profundizar y la inestabilidad
política va a crecer. La defensa de intereses
minoritarios y mezquinos solo nos llevan al desastre
ambiental, del cual ya estamos siendo testigos y tenemos
un único territorio que proteger para asegurar
nuestra supervivencia”.
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