Editorial:
Solidez, Coherencia y Consecuencia
Luego
de 15 años de avances y retrocesos, la promulgación
de la Ley de Bosque Nativo marcó un hito para
el sector forestal y sin duda, la convicción
y constancia de muchas organizaciones de la sociedad
civil dio frutos el año 2008. Después
de casi dos años aún queda mucho por hacer,
ya que es necesario perfeccionar su implementación.
La voluntad política y recursos asociados, factores
claves que la AIFBN identificó al momento de
su promulgación, son claves para el éxito
de su aplicación.
Hasta ahora las señales
de las nuevas autoridades gubernamentales son débiles
por lo que debemos estar atentos para que efectivamente
se manejen los bosques nativos en concordancia con el
desarrollo de las comunidades que los habitan. El éxito
de la aplicación de la Ley permitirá avanzar
hacia el necesario equilibrio del sector forestal que
se basa en extensos monocultivos forestales de especies
exóticas de rápido crecimiento, con las
negativas consecuencias ambientales y sociales suficientemente
conocidas.
Las temáticas relevadas
hace más de 10 años por la AIFBN siguen
siendo actuales. Al revisar una carta enviada el año
2004 al entonces Presidente de la República,
Ricardo Lagos, nuestros representantes señalaban
el cumplimiento de 3 puntos con el objetivo de mejorar
el estado de nuestros bosques y elevar el nivel de vida
de las comunidades vinculadas con ellos y de esa manera
contribuir al engrandecimiento de Chile:
1.- Promulgar la ley de bosque nativo y financiar herramientas
con incentivos similares al DFL701, 2.- Perfeccionar
la institucionalidad publica forestal, fortaleciendo
a la Corporación Nacional Forestal; y 3.- Elevar
el nivel de protección de especies emblemáticas
como alerce, araucaria, belloto del norte y otras especies
protegidas y derogar el DS 525.
En la actualidad aún existe
incertidumbre:
1.- No hay una señal clara respecto a los recursos
disponibles para una eficaz aplicación de la
Ley. Es probable que los montos sean inferiores a los
indicados para la versión 2010 del DFL701;
2.- Se anunció para este año la nueva
institucionalidad ambiental, pero no hay claridad sobre
sus implicancias directas sobre la institucionalidad
forestal y;
3.- La nueva versión del DS525 (Decreto 654),
que nace para favorecer proyectos privados de “interés
nacional”, permitirá cortar especies protegidas
a pesar de contravenir convenios internacionales.
El escenario político-social
es distinto a los espacios ya sembrados y deben seguir
siendo utilizados en pro de los objetivos que dieron
origen a la AIFBN y que compartimos con otras organizaciones
de la sociedad.
Es así como conjuntamente
mediante la ejecución y co-ejecución de
proyectos de gran amplitud territorial y de alta incidencia
pretendemos promover la aplicación de prácticas
silvícolas más adecuadas, en especial
para pequeños y medianos propietarios. Lo anterior,
con el desarrollo de modelos de manejo a nivel predial
(promoviendo la asociatividad) y/o, considerando la
planificación con enfoque de cuencas hidrográficas.
Entre esos proyectos podemos
destacar al proyecto “Leña”, que
nace como respuesta al alto impacto que tiene el negocio
de la leña y principal fuente de energía
de los hogares del sur de Chile sobre el bosque nativo.
Y el llamado proyecto “Cuencas”, abordado
en este número con un reportaje, que tiene un
enfoque territorial diferente e incorporando al agua
como servicio clave y componente relevante del bosque
nativo y su manejo.
A ello se suma la co-ejecución
del proyecto certificación FSC con el que pretendemos
promover el mejoramiento de las prácticas forestales
de las empresas, en especial de las más grandes,
a través de la recopilación e información
a las comunidades vinculadas al patrimonio de grandes
empresas. La certificación como método
de regulación de las prácticas forestales
es una de las iniciativas en que participa la AIFBN
y fue liderada por más de 10 años por
nuestro director honorario, Luis Astorga. A pesar de
la férrea resistencia inicial, hoy varias empresas
están certificadas o en proceso de certificación
del sello FSC. Ciertamente en este tema hay mucho que
mejorar y en eso estamos.
Eduardo Neira
Vicepresidente AIFBN
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