Reportaje:
Hacia
la autogestión de las cuencas hidrográficas
en la Región de Los Ríos
El agua y el manejo de cuencas es un
componente importante en el manejo sustentable del bosque
nativo; y sobre tal concepto se sustenta el proyecto
denominado “Gestión Integrada de Cuencas
Abastecedoras de Agua en el Sur de Chile”, que
cuenta con el apoyo de la Unión Europea.
Su principal objetivo, conectado con
las líneas de acción de la Agrupación
de Ingenieros Forestales por el Bosque Nativo (AIFBN),
es implementar un proceso participativo de la gestión
integrada de cuencas hidrográficas que considere
la diversidad en territorios y habitantes de las comunas
de Valdivia, Mariquina y Lanco de la Región de
Los Ríos.
El coordinador general del proyecto,
el ingeniero forestal Cristián Frene, subrayó
que contempla la implementación de experiencias
piloto de gestión territorial integrada, enfocadas
en las cuencas abastecedoras de agua y que den cuenta
de las particularidades sociales y geográficas
de los territorios rurales que abordará.
“Además, buscamos identificar
instancias de discusión y capacitación
relacionadas con el diseño e implementación
de políticas públicas para el manejo del
agua y promoviendo la participación informada
y coordinada de la sociedad civil”, agrega.
Génesis
La idea tuvo varios años de gestación.
Según relata Frene, “parte en cuando estuve
trabajando en el núcleo FORECOS de la UACH. En
ese entonces, año 2004, los investigadores de
ese grupo enfocan su investigación a escala de
cuencas y se concentran en los servicios ecosistémicos
que el bosque nativo provee a la sociedad”.
En aquel entonces se trabajó
en transmitir el conocimiento científico a los
Comités de Agua Potable Rural (CAPR) de la Región
de Los Lagos, a través de talleres de capacitación
y actividades prácticas. “Fue una experiencia
enriquecedora, pero que además me generó
un cuestionamiento profundo entre el objetivo que persiguen
las ciencias y su aplicabilidad en el mundo real”,
suscribe el ingeniero forestal.
El proyecto nace formalmente en 2007 cuando las iniciativas
que se llevan a cabo en la costa de Valdivia se hacen
de forma más sistémica y detectan que
tener una mirada forestal de los problemas que estaban
ocurriendo en el campo no era suficiente.
“Problemas complejos requieren
soluciones complejas. Es entonces que integramos al
trabajo a un antropólogo y empezamos a hablar
de paisaje cultural, de cómo integrar al humano
en los complejos procesos que estaban generando la destrucción
de los bosques nativos y el deterioro de tierras y aguas
en general. Existen pequeños proyectos que tenían
la visión, pero no el financiamiento suficiente
para conseguir integrar esta red de problemas en soluciones
palpables para la gente que vive y depende de estos
ecosistemas”, agrega.
La iniciativa parte formalmente con
el financiamiento de Fundación AVINA que permite
sentar las bases para lo que vendría después,
lo que posibilitó establecer relaciones de confianza
con familias de algunos territorios de la costa de Valdivia
y generar sinergias con otras iniciativas de la AIFBN.
“Concentramos los esfuerzos en
la cuenca de Llancahue, que recientemente había
sido entregada en concesión a la UACH y estaba
en una situación muy delicada: los bosques nativos
de la principal cuenca abastecedora de agua para la
ciudad de Valdivia se veía amenazada por el abandono
de las autoridades de gobierno y Pablo Donoso de la
Facultad de Ciencias Forestales de la UACH trataba de
reaccionar ante un panorama sombrío”, relata.
Frene sostiene que tiene una gran importancia
para las líneas de acción de la AIFBN
puesto que permite abrir un área nueva de trabajo
en el sector rural con un enfoque integral desde el
punto de vista territorial por tener un enfoque de cuencas.
A su juicio, también genera espacios
de trabajo interdisciplinarios donde profesionales y
familias rurales interactúan para generar una
mejor relación con el ecosistema que habitan,
que son además los que sustentan las actividades
productivas de nuestro país.
“La ejecución del proyecto
contribuye a la visión de la AIFBN y su posicionamiento
como referente técnico-científico ya que
los bosques nativos juegan un rol fundamental en la
relación con la calidad del agua y su disponibilidad
en el tiempo cuestión que se pretende demostrar
a través de fundamentos técnicos y científicos”,
dijo.
Manifestó que desde el punto
de vista político será una gran oportunidad
de fortalecer el diálogo entre el sector público
y la sociedad civil ya que se pretende fortalecer la
organización local y promover desde las bases
propuestas que cambien gradualmente la actual visión
utilitarista que se da a nuestros territorios y sus
recursos naturales.
Acciones
El
proyecto contempla una serie de actividades relevantes
como la Instalación de mesas de trabajo con agentes
locales involucrados en la gestión conjunta del
territorio, la creación y operación de
entidades de cuenca público privadas y la implementación
de programas de monitoreo de la calidad y cantidad de
agua en cada microcuenca.
Incluye la instauración de un
proceso de capacitación dirigido a actores locales,
dirigentes comunales y regionales ligados a la gestión
del agua, un programa de educación ambiental
para organizaciones rurales de base, orientado al manejo
y conservación de cuencas hidrográficas.
Hasta el momento los profesionales se
la han jugado por instalar el tema en 4 territorios
distintos, generando principalmente dos actividades:
1) Levantar diagnósticos cualitativos de los
territorios, que permitan tener una idea concreta de
lo que ocurre en cada uno de ellos y analizar qué
propuestas pueden entregar para solucionar los problemas
que tienen las familias de cada localidad.
2) Entregar información (del proyecto y los diagnósticos)
en los distintos territorios, a través de asambleas
abiertas a toda la comunidad y reuniones con los dirigentes
y personas claves de cada territorio.
Frene destaca que las comunidades rurales han tenido
una muy buena recepción del proyecto, lo que
a su juicio responde a varias elementos: “el agua
es un tema que está en la mente de todos, ya
que saben que sin agua no hay vida, y en los últimos
años han visto de manera directa como este recurso
vital se agota; el hecho de tener un equipo multidisciplinario
de profesionales genera una apertura de temas, donde
todos ven algún beneficio potencial, desde el
que maneja bosques hasta él que sólo se
dedica a la ganadería, pasando por soluciones
macro como fortalecer la organización comunitaria”.
Agrega que la educación ambiental
es un "arma maestra" de intervención,
el hecho de estar siempre entregando conocimientos y
recibiéndolos desde la realidad de cada territorio
permite establecer un diálogo sincero.
“Y el hecho de plantear soluciones
concretas, de no actuar de forma clientelista si no
involucrando a las familias en las acciones”,
expone.
El proyecto también ha abordado la instalación
de invernaderos y talleres (Llancahue y en la costa),
Operativos veterinarios (costa, Llancahue, Lanco y Villanahuel);
visitas en terreno para propuesta y discusión
de ordenamiento predial; programas de monitoreo de la
calidad y cantidad de agua representativos para cada
sector geográfico; capacitación de dirigentes
y actores locales claves en la gestión del agua;
y talleres y giras de intercambio de experiencias para
lograr la conformación de una red interna que
tenga una propuesta consensuada respecto al uso y conservación
del agua.
Frene concluye destacando que las expectativas
que se construyen con el proyecto se relacionan con
la autogestión de los territorios, que las personas
entiendan que su mayor tesoro es la tierra donde viven
y su principal ventaja sobre el capitalismo es que conocen
esa tierra mejor que nadie.
“De esta forma, la idea ultima
de este proyecto es que las personas que viven en el
campo despierten a la realidad en la cual viven y sean
capaces de hacerse cargo de sus ecosistemas, pero de
manera adecuada y no a través del saqueo de los
recursos naturales, como ha ocurrido hasta ahora producto
de su ‘adiestramiento’ que desde hace mas
de 100 años impera, donde la lógica de
la acumulación es la que impera”, destaca.
El proyecto tiene como asociados son la Universidad
Austral de Chile (UACH), a través de la Facultad
de Ciencias Forestales y la Asociación de Comunidades
Mapuche Kallfulikan de Lanco.
Cubre los siguientes territorios:
- Valdivia, con 4 localidades rurales, 3 de ellas ubicadas
en la Cordillera de la Costa (población aproximada
de 1.500 habitantes). La otra localidad, Lomas del Sol
(compuesta por 24 familias), ubicada en el sector Llancahue,
es vecina a la cuenca que abastece de agua para consumo
humano a la ciudad Valdivia (130.000 habitantes aproximadamente);
- Lanco, con 24 comunidades mapuche ubicadas en el Valle
Central (con una población de 2.880 habitantes)
- Mariquina, con la localidad de Mehuín y una
población cercana a los 2.000 habitantes.
Equipo
de trabajo:
Antropólogo: fortalecimiento organizacional,
estrategia de comunicación interna
Ing. Forestal: asesor forestal, capacitación,
coordinador terreno
Educadora ambiental/establecimientos educacionales
Agrónomo: asesor agrícola, capacitación
Veterinario: asesor pecuario, capacitación
Ing. Forestal: investigación, coordinador estrategia
comunicación
Gestores políticos: reuniones con autoridades
y empresas, coordinadores locales del territorio
Periodista: asesor comunicacional
Abogado e historiador: apoyo jurídico
Financiamiento
de la Unión Europea: 148.000 euros
Educación
ambiental
La encargada del área de este proyecto,
María Paz Torres, explica que se implementará
un programa cuyo objetivo será promover en la
comunidad escolar la comprensión del funcionamiento
de una cuenca hidrográfica, con énfasis
en la importancia del bosque nativo en la regulación
de caudales y la calidad del agua para el consumo humano.
Hoy se ejecuta una iniciativa con dos establecimientos
educacionales: el Liceo Politécnico Pesquero
de Mehuín y la Escuela Candido Martínez
de Huellelhue, en los cuales ya se han desarrollado
talleres en aula con estudiantes de 4º,5º
y 6º año básico.
“Dentro de las actividades también se contempla
salir a terreno durante el año a la Cuenca Villa
Nahuel de Mehuín y la Cuenca Llancahue de Valdivia”,
recalca la ingeniero forestal.
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